Día 40
Haciendo un día limpieza me di cuenta que tenía mucho que tirar a la basura. Entonces agarre una caja y puse en ella todo lo que me hacía mal. Todo lo que guardaba y sólo cumplía la función de albergar telarañas. Tiré todo lo que guarde por creer que un día le iba a encontrar su verdadera utilidad. Y siempre tenemos la esperanza de encontrarle alguna utilidad en algún momento. Pero también tire a la basura los malos recuerdos, esos que me sorprendieron cuando me sentía feliz y solo lograron tirarme el mundo abajo. Tire lo malo que descubrí en las personas; tiré las lagrimas que fueron por alguien porque entonces no valían la pena. Agregue en la caja de cosas inservibles las fotografías de mi vida en la que solamente veía soledad. Tire los malos consejos, las malas actitudes, los malos pensamientos. Arroje lo viejo pero sin valor. Tire lo nuevo pero que no tenía sentido. Seguí buscando entre tanto desorden y polvo cosas para agregar en la caja, hasta que encontré una pequeña valijita llamada "sueños". La limpié y decidí que sería lo único que me quedaría para siempre porque sin sueños la vida me quedaría vacía.