Día 70

Bueno, como ya les conte, empecé la universidad y ahora viene la pregunta: ¿Por dónde empiezo a contar?. Ya se, por el principio y no necesariamente con "Había una vez". Siempre odie ser la chica nueva, por eso muy raras veces me inscribía en cursos, deportes, talleres, o simplemente, unirme a algún grupo, y estaba bien así. Por suerte, toda mi vida curse en el mismo colegio y por eso no tuve problemas de adaptación, al contrario, yo fui una de las tantas que vió como iba cambiando el curso, con nuevos compañeros, y con otros que se iban y nunca más se sabía de sus vidas. Debo admitir que a veces quería ser yo la chica nueva, pero después me arrepentía de tan sólo pensarlo. Sin embargo, y a la fuerza, tuve que salir de mi burbuja y conocer el mundo exterior. Como cuando la mamá pájaro tiene que ser fuerte y dejar que sus pichones salgan del nido para volar por primera vez. Así fue como me volví universitaria, y con los días saque una gran conclusión: la universidad no es la escuela, no es tu familia, y ahi te tenes que valer por vos misma. Nadie te va a venir a decir que escribas esto o leas lo otro. No tenes profesores que andan detrás tuyo para que entregues los trabajos ni ahi papás que vallan a hablar con tu profesora porque, según vos, te trato mal en una clase. Si estás ahí es porque queres, y porque deseas un futuro. La carrera te la haces vos, en el tiempo que puedas. Todo lo que haces o dejás de hacer, es por que queres. Es lo más parecido a un shopping, porque la gente llega cuando quiere, entra a las aulas como si fueran locales de ropa, y se van, otra vez, cuando quiren. Sin embargo, no es lugar para hacer sociales. Hay demasiado por hacer, y entre el viaje de ida y el de vuelta, tenes poco tiempo. Y si pretendés conseguir amigos de un día para otro, bueno, no vallas con esa idea porque los amigos no vana venir a vos. Vos vas hacer tus amigos, con el tiempo, y por la casualidad de que compartis algunas materias en común, o por una simple charla que empezó con: ¿Me prestas tus fotocópias que me las olvide?. Como vos, también hay un montón de personas nuevas, que también tienen miedos e inseguridades, y tampoco saben como empezar una relación sino los presenta alguien. Es muy difícil todo. Es un mundo tan grande que no terminas de conocer nunca. Hoy ves a alguien en la biblioteca, y es probable que no la vuelvas a ver hasta quien sabe cuándo. Porque cada uno hace su vida. Pero después de todo, de tanta exageración y mucha drama, esta bueno ir a la universidad. Aprendés mucho, conoces muchas personas con tus mismos intereses, y otras tan distintas a vos, maduras demasiado en poco tiempo. Te terminas acostumbrando, e incluso, cuando ya vas entendiendo mas o menos, el manejo de la universidad, las materias y sus respectivos profesores, y los estudiantes, te empieza a gustar. A mi me paso así, y eso que todabía no llevo cursando un mes. No les voy a decir que lo desconocido no asusta, pero la única forma de vencer los miedos es investigándolos, hacerles frente; y hacer de nuestras debilidades, nuestras fortalezas.

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