Día 403
No se porqué le doy tanta vuelta al asunto como si se tratara de vida o muerte. No sé porqué vuelvo a releer la misma página una y otra vez, como disco rayado, y resulta ser que ni siquiera era uno de mis libros favoritos. No sé porque la vida me hizo tan puntillosa para algunas cosas y tan precavida para otras cuándo solo es cuestión de despedirse para siempre siendo que acá ya no tengo nada que hacer y remarcando el hecho de que la vida continuó para algunos otros que creías conocer tan perfectamente. No sé porque, y teniendo presente mi insistencia en el tema, que alguna parte de mi quisiera regresar a esos viejos tiempos en que era supuestamente ser feliz y de pronto sale a la luz la falsedad humana que reaparece cuándo mejor conviene. No sé porque ya habiendo pasado cierto tiempo hay decepciones que me siguen doliendo y más aún temo no poder hallar el valor para perdonar siendo que yo no soy ni más ni menos que nadie, pero por ese perdón es el que nos hace libres para seguir adelante y escribir cosas mejores, para darle un cierre a las emociones interminables, para olvidar y resetear la mente, para volver a creer en una felicidad posible.