Día 85
Hoy es una de esas típicas semanas en que sentís que el mundo se ríe de vos. ¿Me explico o no? ¿Viste cuando nada te sale bien o todo te parece una broma de mal gusto o pensas que el mundo se confabula contra vos? Por ejemplo, cuando te tomas el colectivo super apurada y justo te toca el colectivo que tiene que hacer tiempo o peor aún, se rompe a mitad de camino y tenés que esperar a que venga otro colectivo, y aguantarte ir re contra apretada con toda la otra gente que esta en tu misma situación. Es eso o caminar doscientas cuadras, y no se que es peor. Ni hablar cuando estas esperando algo hace tiempo, mucho tiempo y de golpe todos tienen ese algo que vos querías, menos vos. Y te preguntas cómo puede ser que sea así. Quizás lo que más bronca te da es que les decís "que bien por vos", y aunque sabes que tenés que estar feliz por ellos, en el fondo no encontras una buena explicación para alegrarte, y liberalmente te da bronca. No es por envidia, pero todos tenemos que admitir que a veces la bronca nos puede también, aunque sea un poquito. A veces dejamos que las cosas nos afecte demasiado y no entendemos que todo tiene un tiempo, que tener paciencia es la única y mejor opción, y que obtener algo ya no significa que sea bueno, nos haga bien o nos satisfaga completamente. Se dice que las cosas buenas siempre se hacen esperar, y que al final, no se si son mejores, pero te hacen feliz. Vivir la vida con esta metáfora es todo un desafío, aun ni yo puedo asimilarlo del todo, porque el mundo entero te ciega en el tenerlo todo ahora y no pensar en el mañana. Es mejor perder un minuto de tu vida que la vida en un minuto, y ahí reconocí que era necesario esperar, y que aunque se haga tedioso ser paciente y odiemos ponerlo en práctica, la paciencia no es una virtud sino un arte, y al final vamos a decir que fue lo mejor que podíamos hacer.