Día 99
Nadie te obligo a hacerlo, ni siquiera te dijeron cómo, y tu lo tomaste como si fuera mucho más que un desafío, tan sólo porque fui más importante que tu propia vida. No entendías como algo tan chiquito podía generarte tanta ternura, y como quien diría, te echaste con tu barquita a la mar junto a mí, sin herramientas suficiente, y sin experiencia alguna empezaste a ser papá. Simplemente lo hiciste, por amor y sin querer nada a cambio. Y cuando aún yo no sabía como demostrarte lo muy feliz que me sentía bajo tu cuidado y compasión, vos ya sabías lo que estaba pensando y con una sonrisa y un abrazo de oso, me decías, todo a su tiempo mi chiquita. Ahora no me equivoco si digo que soy la persona más afortunada cuando digo que tengo el mejor papá del mundo. Porque así como antes, aún seguís siendo la misma persona, mi héroe.
¡Feliz día pá!
