Día 114

Ya no se de que hablar. Esto ya se esta transformando en algo mecánico que escribo un párrafo y lo borro, escribo otro párrafo y lo vuelvo a borrar. Modifico, cambio de lugar, edito, reescribo, y vuelvo a eliminar. Siento, o creo que siento, que tengo tantas cosas para hablar, pero no encuentro las palabras para armar un texto, aunque sea un párrafo, decente y coherente y con sentido. Hasta ya pongo dos "igriegas" seguidas, y eso ya no es un error, sino un error. Necesito inspiración, y no se a dónde se fue o en dónde se escondió, pero tiene que volver, por el bien de este Blog. Creo que mi mente se bloqueó o se averió. ¡Yo que se! He de admitir que estas ultimas semanas estuve en cualquier parte menos en la tierra, en el mundo de los humanos. Creo que tuve un sueño, hace unos días atrás, donde estaba yo sentada sobre la luna de Valencia y decidí quedarme ahí por una estadía. Y hoy vuelvo a estar acá, hogar dulce hogar dirían muchos, pero sólo quiero que termine la semana y olvidarme de la patética rutina por lo menos hasta que halla empezado Agosto. Resumidamente, y básicamente, necesito vacaciones. E inspiración, si, de eso necesito mucho. Pero las vacaciones no me vendrían nada mal. Una vez me dijeron que después de que pasas cierta edad, como los diecisiete o dieciocho, el tiempo se te va volando, y todo lo que no querías que llegue, llega, y obviamente lo que tanto esperabas, también llega. Y cuanto más grande sos o te vas volviendo, estas haceptando aceptando automáticamente más responsabilidades de las que lo único que queres es deshacerte de ellas. Y no hay nada mejor después de tantos meses de trabajar, tener un descanso. Un digno, y prolongado descanso. Tampoco es que me valla a ir a alguna parte, porque mi vida es muy sedental en ese sentido, pero que más quisiera yo que irme a algún otro lugar que valla más allá de la vereda de mi casa y las cinco cuadras a la redonda. No se, me imagino estando en Nisa, o Las Vegas, o Sao Pablo, o Las Islas Canarias o simplemente a mil kilómetros de donde me encuentro ahora. Es que la vida en la ciudad llega un punto en que te agota literal pero profundamente, y lo único que queres es empacar todas tus cosas, que básicamente es lo necesario e imprescindible como un celular, dinero y un abrigo por las dudas, e irte a respirar aire fresco. Acompañada o sola, pero irte, y despejar la mente, y estar dispuesta a crear nuevas ideas. Bueno, y para finalizar esta patética entrada sobre mi vida, más patética, cuando lo que acabo de descubrir en estos cuarenta largos minutos de mi vida: básicamente lo siguiente: Conclusión I: Menos mal que decía que "necesitaba" inspiración. Conclusión II: El título también lo cambie varias veces, hasta que quedo así. Y Conclusión III: Definitivamente me voy por las ramas. Ahora, disculpen esta interrupción, y cuando tenga algo más sensato por escribir, lo haré. Si quieren un consejo y no tienen inspiración o creen que se les fue, simplemente escriban, y aunque se vallan por las ramas, ya ven que no era tan difícil escribir un par de párrafos.

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