Día 157
Para muchos, lo que voy a decir a continuación, es una entrada más que sólo está para llenar el blog y actualizarlo. En parte lo es, pero no así, mi intensión. Muchas veces hable sobre mi, sobre lo que siento, y en sí, todas las entradas que escribo tienen algo que ver con lo que me pasa en mi vida real. Antes que nada, quiero que sepan que no soy bipolar, no sufro de ningún trastorno, soy una persona normal, con virtudes y debilidades, tengo carácter cuando me enojo, y mi lema es no hacer lo que no me gustaría que me hagan, siempre intento seguir adelante, amo a mi familia y es mi gran sustento, sufro por amor como toda mujer, y por ende, soy muy sensible, soy un poco reservada pero porque me encanta la tranquilidad, y una de mis pocas pasiones es escribir lo que no me animo a decir o no hallo dónde depositar una confianza absoluta para desenvolverme, ¡ah! y envidio a los que pueden hablar en público sin ponerse nerviosos. Aún así, soy humano y por momentos soy feliz y por momentos me siendo muy desdichada. Cuándo la persona que más amo me ignora, me parte el alma y el corazón en mil pedazos y pensar que tiene actitudes que jamás cambiará ni por mi ni por amor, me desilusiona aún más. Son situaciones en las que paso por una serie de replanteos, el primero es porque me tuve que enamorar, después viene la duda de si seguir adelante, y por ultimo dejo que todo siga igual, su propio curso. Pienso que si dos personas pasan tanto tiempo juntos, por algo es. Sólo quiero que esa persona entienda, que me molesta y me duele que no tenga en su mente intensiones de cambiar. ¿O realmente, la errada soy yo? Quién de los dos esta mal no se, pero de a poco voy entendiendo que es eso de darlo todo por amor, desde lo inconsciente hasta desperdiciar el tiempo sin esa persona a tu lado. Me da gusto que se identifiquen con lo que escribo a diario, pero la verdad, es que cuando me lo dicen, me hace saber que no soy la única que sufre y ruega amor, y me hace sentir menos idiota en estas circunstancias.