Día 190
El amor siempre será el culpable de nuestros males, porque cómo por amor matamos, por amor morimos y aunque hablar de morir sea algo muy literal, quien no murió por amor, no amo de verdad. El amor es un caos, el más hermoso y el más destructivo. Incluso por amor, y sólo por amor, hacemos las promesas más alocadas que jamás hallamos hecho. Con amor somos débiles, sin amor somos insensibles. El amor es el único que se extingue cuándo lo ignoramos, pero el primero que se enciende cuándo lo deseamos. Pero al amor no le gusta ser ignorado, al contrario, es tan persistente que tarde o temprano florece, y como esas flores que sólo se abren en ciertas estaciones, el amor también se marcha cuando ya nos estábamos acostumbrando a su encanto para reaparecer en otro momento.