Día 210

Me gusta mucho el anonimato, porque sí. Porque el anonimato le da un condimento extra a todo lo que escribo, y eso esta bueno. Es como cuando uno lee un libro y se tiene que ir imaginando las situaciones y las matices de la voces cuando los protagonistas hablan y la forma en que se miran o se toman de la mano, con la única diferencia que acá nunca pongo nombres en concreto. Me intereso el hecho de que muchos se sintieran identificados o reflejados en mis textos y por otro lado, me dí cuenta que cada vez me podía expresar mejor. Hay muchos que dan un nombre o ponen sus fotos en sus respectivos blog pero no cuentan nada interesante, o peor aún, son puras mentiras las que escriben. En cambio, yo, me reservo el anonimato por puro placer y a la hora de escribir, mis dedos bailan en el teclado sin parar (claro que eso pasa cuando tengo algo para contar). No digo que mi forma sea buena o mala, mejor o peor. Simplemente es mi forma (y mi opinión). Tampoco puedo usar la frase "Aca esta mi vida en estas cuatro paredes", pero sí puedo decir que acá dejo mi vida, en estas pocas líneas, y quizás no sea una biografía, incluso, quizás nunca llegue a escribir mi biografía, pero por ahora me basta con escribir cuando quiero hacerlo, cuando puedo hacerlo y cuando tengo esa necesidad impaciente por hacerlo. Agradezco mucho por los comentarios que me llegan que dicen que me leen, incluso, hoy estuve hablando con un chico que hasta se sabía casi de memoria lo que escribí en "Sobre mi". Me impresiono, y bueno, me puso contenta.

PD: Esto me hace acordar a la propaganda de Haciendo Buenos Aires, que dice la voz en off: "Wow, soy parte de algo más grande" y es verdad, todos los somos, sin darnos cuenta, y no necesitamos ser famosos o hacer algo impresionantemente grande o espectácular para llegar a los otros. Cada uno hace lo que puede, lo que sabe y lo que quiere, y hay mil maneras de mostrarse. En mi caso lo empeze haciendo con la escritura, y bueno, ya no la volví a soltar...

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