Día 223

De tantas veces que hable de alguien más, siempre me olvide de mencionarte a Vos. No quiero que me malinterpretes o esto suene una falta de respeto, ni para Vos ni para nadie que este leyendo esto, pero la verdad es que no te dedique mucho tiempo. Más bien, nada de tiempo. Una vez me dijeron que la mejor forma de hacerte llegar mis palabras, es hablándote como lo haría con cualquier otra persona. Así de simple, y sin embargo me parece tan complicado. Y cómo ya sabrás, porque Vos lo sabes todo, no soy buena con las exposiciones orales, por eso prefiero hablarte por este medio. Yo sé que te va llegar igual. Pero me parece que es incorrecto que me preguntes cómo me encuentro sin antes preguntártelo yo a Vos: ¿Cómo estas? Nosotros somos unos desagradecidos, esa es la verdad, pero no me voy a disculpar por el resto, sólo por mi. Aún así, lo que (a mi me) importa es que yo este bien con Vos. Y Vos... ¿Estás bien conmigo...? Mejor no me respondas porque de seguro perderías mucho tiempo, y yo me ahorro mis comentarios y ya qué, voy al grano. En primer lugar te escribo por que nunca lo hice, y admito que pocasd ganas tenía de hacerlo hasta hoy. En segundo lugar te escribo porque nunca le escribí a alguien como Vos , lógicamente, sos Único. Y en tercer lugar te escribo porque soy una persona con corazón y sentimientos, y a veces pienso más que nunca en Vos. Los demás pueden dudar o incluso negar a tu existencia, pero algo en mi dice que ahí estas y eso me alcanza y sobra. La cuestión, y para redondear el tema es que si Vos no existieras, para la sociedad sería necesario inventarte, a fin de cuenta, todos necesitamos creer en algo.

Dios es la evidencia invisible.

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