Día 234
Hoy abrí el Blog como de costumbre, y me dí cuenta de algo. Jamás le di una presentación, jamás puse reglas o advertencias para antes de que sea leído. En, fin, se me ocurrió escribir un prólogo, preámbulo, introducción, o cualquier otro sinónimo que consideren más conveniente para esta ocasión:
Los hechos y/o personajes de los siguientes textos que usted leerá son en su mayoría inventos de mis delirios y/o una mala noche de sueño y/o una serie de eventos desafortunados y algunos no tantos. Cualquier similitud o semejanza con la realidad es pura coincidencia o producto de su imaginación. No se persiga, en todo caso, a usted no lo conozco, no se ni su nombre ni su edad ni mucho menos su situación sentimental. Pero puede sentirse identificado de alguna que otra forma y ya de por sí, todo lo que esté a continuación, sea dueño usted de sacar sus propias conclusiones. Se agradece el tiempo que destina y/o pierde leyéndome, y sus opiniones siempre serán bien recibidas. Att, Tumeencantas.
Los hechos y/o personajes de los siguientes textos que usted leerá son en su mayoría inventos de mis delirios y/o una mala noche de sueño y/o una serie de eventos desafortunados y algunos no tantos. Cualquier similitud o semejanza con la realidad es pura coincidencia o producto de su imaginación. No se persiga, en todo caso, a usted no lo conozco, no se ni su nombre ni su edad ni mucho menos su situación sentimental. Pero puede sentirse identificado de alguna que otra forma y ya de por sí, todo lo que esté a continuación, sea dueño usted de sacar sus propias conclusiones. Se agradece el tiempo que destina y/o pierde leyéndome, y sus opiniones siempre serán bien recibidas. Att, Tumeencantas.
