Día 258
Y quise pasar inadvertida frente a vos para disimular que estaba ahí, pero no pude evitar quedarme boquiabierta mirándote como hasta en tu propia mente estabas tan enamorado de alguien más. La cuestión no era porque no fuese yo, sino porque nunca te vi así por mi. Y por más que maldijera ese momento y no pudiera controlar mis propias lágrimas, vos nunca ibas a reaccionar ni darte cuenta de lo mucho que me dolía verte así. Y entonces es cuándo recuerdé el porqué yo no quería tus ilusiones.