Día 274

Lo volví a ver. ¿Entienden? Se subió a mi colectivo ¡Y lo volví a ver! Como sea, me había olvidado por completo de su existencia después de tanto tiempo. Pero volver a verlo fué el gran suceso del día. Un BOOM. Totalmente inesperado, juro que no esperaba que sucediera, la distracción me tenía envuelta por completo. Y volver a verlo fue recordar lo mucho que me gustaba. Y más que decir "me gustaba"... Una lluvia de sentimientos. Definitivamente, volver a verlo fué una linda sorpresa que me quiso regalar la vida, precisamente esa mañana. Al siguiente día tenía las re esperanzas de que se repitiera, pero obviamente era mucho pedir. Por suerte me basto un día para que me durara por otro largo tiempo. Andá saber cuándo se repita... Es verdad que hay días que uno se levanta con el pie izquierdo y todo sale mal, pero también hay que admitir que existen días cómo estos, que te recuerdan que Dios no se olvida de vos. ¡Gracias!

Parece que Cupido viaja en transportes públicos.

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