Día 288

Yo no me quería enamorar de vos porque yo sabía que esto iba a terminar así de mal, sino míranos a dónde vinimos a parar, a un sofá más antiguo que la revolución francesa. Pero vos, como buen apostador de novela, sólo llegaste y te adueñaste de todo sin preguntar. Te habría dicho que estabas acaparando demasiado espacio en mi vida y por eso debí haberme ido cuándo aún estaba a tiempo de que esto dejara de ser una locura pasajera. Y míranos cómo nos lastimamos y cómo nos burlamos de la mala suerte que no nos deja pasar ni una, y ahora cuestionate a vos mismo si de verdad esto querías para tu vida. Yo te digo que no eras lo que esperaba ni yo soy lo que tu querías, y pensar que hay tanta gente en el mundo sola con la soledad y yo te quiero igual. Y aunque uno no elije al amor de su vida tampoco tiene la culpa si cae en la trampa de un ilusionista, aún así te recuerdo por última vez que yo no quería tus ilusiones, aunque ahora ya sea tarde para decirlo.

Entradas populares de este blog

Dia 408