Día 306

Recuerdo ese día como si hubiera sido hace pocas horas, creo que fue el momento más emotivo de nuestras vidas. Sin palabras, sin besos, sin nada importante ni sobresaliente pero ese día me sentí importante en tu vida. Unos minutos antes te había llamado aturdida casi llorando, y te pedí que nos encontráramos porque te necesitaba con urgencia. Más que a nadie, más que a nada, quería que estuvieras en mi difícil momento. Camine unas pocas cuadras para llegar al lugar de encuentro aunque estaba segura que iba a tener que esperar tu impuntualidad cotidiana, pero ahí estabas, impaciente por saber que me estaba pasando. Nos vimos a los ojos pero no nos dijimos nada más y ahí supe que estábamos conectados de verdad. Por primera vez no te fui indiferente ni quisiste hacer un chiste para pasar el mal trago. Simplemente, me contuviste y estuviste, como nunca antes lo hiciste. Hoy lo recuerdo mientras escucho una canción triste que dice todo lo contrario, y por eso hoy sonrío, porque esa canción no habla de nosotros dos.

Entradas populares de este blog

Dia 408