Día 341
《No me olvide de ti.》 Cinco palabras, catorce letras y cuatro espacios que lo son todo cuándo no te queda nada más. Qué alguien te lo diga, por más insignificante que sea esa persona para tu existencia, puede llegar a ser lo más conmovedor y maravilloso que alguien te halla dicho jamás. Es sentir que recuperas algo, empezando por el aliento, el sentido de la vida y la magia que alguna vez se desvaneció como si nada. Palabras cortas y sutiles pero casi tan imprescindibles como el oxígeno para vivir. Y cuándo él me lo dijo aquel día, pronunciando sílaba por sílaba con cierta dulzura y sinceridad, el mundo se me caía a pedazos. O mejor dicho aquello llegó en el momento justo y preciso, fríamente calculado según mi inconsciente, para levantar todo eso que se había partido en mil pedazos, empezando por mi corazón.