Día 356

Culpo a la TV por crear un estereotipo de perfección, de felicidad, de éxito, de satisfacción con uno mismo. Allí es donde radica el problema de todos los conflictos y prejuicios de esta sociedad que prefiere pagar por Reality's Show que por donar dinero o a fundaciones sin fines de lucro. La odio porque todos los malditos días me miro al espejo con el mismo complejo psicológico: mi cuerpo es un asco en general, y no tengo suficiente dinero para arreglarlo. No soy gorda en lo absoluto pero en el fondo, en mi imaginario siento que si lo soy. Y que por ende, nunca voy a ser del todo feliz. Culpo a la TV porque es una fabuladora y distorcionadora de la realidad, porque su lema es: "Los lindos con los lindos, los feos con los feos". No todos somos así de lindos ni flacos ni altos. Fomentan al banalismo, al chismento, al mal lenguaje, a la violencia en general. Venden cuerpos plásticos, voluptuosos, 90-60-90 o exagerados esqueletos, perfectos para un hombre, necesarios para una mujer. Al final del día y de tanto maquinarse con esas ideas, te querés pegar un tiro porque sabes que ni con todas las dietas del mundo vas a ser una de esas Barbie's, simplemente porque la talla "0" sólo se la otorgan a la gente bonita y exitosa. Y después están los otros, sin talento o sin tener algo realmente contribuyente para esta sociedad que mostrar: los acomodados, los hijos de "tal". Lo más indignarte de la TV es ver a gente que por sentarse a comentar sobre la vida ajena de los famosos, ya son periodistas o conductores de renombre, cuándo en realidad para llamarse Licenciado hay que estudiar mínimo 4 años. Y ENCIMA LE PAGAN. Desconozco y tampoco me interesa saberlo, pero se puede estipular que las cifras siempre son mas altas que las de un empleado que trabaja 8 horas al día, sin auto privado, sin aire acondicionado, sin vacaciones pagas al exterior ni dolares en el banco. ¿PAÍS GENEROSO, NO?. Así estamos...

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