Día 374
Porque con uno no basta y tres son demasiados, y más que suficiente, por eso yo me quedo con dos, dos puntos suspensivos en esta historia que no hablan de un final determinado ni pactado ni predestinado ni tampoco de algo inconcreto o efímero, sólamente algo infinito como es el amor, el amor verdadero, algo que puede durar tanto como se quiera imaginar. Y por eso insisto que dos son mejor que uno.