Día 381

Hubo un día en que las cosas cambiaron, el café ya no sabía tan amargo ni tan caliente, los libros dejaron de contar el mismo final, y entre nosotros ya no había motivos para seguir fingiendo que nos queríamos, y con eso nos quitamos un peso menos de encima. Ya no teníamos porqué seguir viéndonos a la cara en la misma habitación ni crear diálogos innecesarios para tener algo en común. Hasta los gustos musicales eran diferentes y cada vez nos veíamos más lejanos a pesar de estar a pocos metros. No fue tu culpa y tampoco estoy segura de admitir que fue la mía pero sucedió que un día otoñal y bajo una tenue lluvia, empezamos a ser sinceros con nosotros mismos.

Entradas populares de este blog

Dia 408