Día 414

Alguna vez soñé, ilusamente, que podría llegar a ser alguien, una escritora, una publicista, una periodista, algo relacionado con la comunicación, y vuelvo a repetir, ilusamente, porque mi nivel de timidez era el colmo que hacía de mis sueños una anécdota divertida pero irónica. Alguna vez me imagine a mi misma cambiando el mundo, como si eso no solo fuera cosa de míticos superheroes sacados de algún cómic de colección; viéndome a mi misma como una influencer pero no desde el punto de vista feminista ni avasalladora de ideas ideológicas que hace cosas osadas o sacadas de contexto con tal de llegar a la suprema razón. Al final, me conforme con seguir entre frases anónimas, con la esperanza de que alguien, desde el lugar que sea en que se encuentre, le inspire mucho aunque sea con pocas palabras. Alguna vez pensé en rendirme, viéndome estancada en la misma historia, en los mismos sueños y recuerdos del pasado que solo sirven para atarte a el y así nunca crecer, pero aprendí a reinventarme y poder tener la dicha de ser alguien importante para otro alguien, ya no por conformidad, ni mucho menos por falta de amor propio. Hoy ya no soy la chica tímida que se encerraba en su cuarto a gritar en un blog perdido del cyber-espacio, pensamientos rebuscados y desdichas de la vida que nadie tiene tiempo de psicoanalizar, pero no por hay que olvidar las raíces.

Entradas populares de este blog

Dia 408